lunes, 20 de diciembre de 2010

Dolor en la "tercera edad"

El número de personas mayores con problemas de dolor relacionados a artrosis o problemas de espalda roza el 60% en nuestra población. A este grupo hay que añadir los que sufren por otros tipos de dolor, cuales: cefaleas, dolor por cancer. Podríamos llegar a la conclusión que la inmensa mayoría de personas mayores sufre algún tipo de dolor crónico. Y como se ha dicho otra veces en este blog, con el aumento de la esperanza de vida, también sube el número de casos de dolor crónico.

Aunque el dolor se presente con más frecuencia en la tercera edad, esto no conlleva necesariamente que deba considerarse un fenómeno intrísecamente ineluctable. Por un lado hay que aceptar que la vejez expone más a menudo a fenómenos dolorosos, pero sin renunciar al abanico de oportunidades que nos ofrece la medicina del dolor para vivir de forma plena y satisfactoria.
Usaré unas citaciones del libro"Pain Management for Older Adults: a Self-Help Guide" de los autores T. Hadjistavropoulos y H.Hadjistavropoulos (IASP PRESS) sobre las creencias más comunes acerca del dolor crónico.



MENTIRA: Tener dolor es normal cuando se es mayores de edad.

REALIDAD: El dolor no es fruto de la edad sino de las enfermedades. Por lo tanto hay que tratarlo juntamente con los problemas de salud que lo causan.

MENTIRA: Los mayores aguantan el dolor mejor que los jóvenes.
REALIDAD: Las personas mayores sufren el dolor como las personas en otros grupos de edad.

MENTIRA: Las personas mayores no soportan los calmantes fuertes.
REALIDAD: Su médico del dolor encontrará el medicamento que se adapta a usted y la dosis más eficaz para calmar el dolor. Las personas mayores pueden tolerar, al igual que otros pacientes, calmantes potentes incluyendo a los mórficos.

MENTIRA: "No tengo derecho a quejarme de mi dolor"
REALIDAD: Usted tiene todo el derecho, como paciente, de preguntar, quejarse y pedir soluciones para su dolor. El médico sabrá escucharle y proponer remedios a su padecimiento.

MENTIRA: El dolor sólo se puede tratar con medicación.
REALIDAD: Gracias a las distintas herramientas cuales: infiltraciones, fisioterapia, masajes, terapia psicológica, actividad física, la medicación tiene un lugar complementario y a veces puede abandonarse.

Exija a su médico que le escuche hablando del dolor que tiene. Pida que le mande a la unidad del dolor más cercana. Una vejez sin dolor le permitirá vivir plenamente su relación con familiares y amigos, disfrutará haciendo lo que le gusta.
Su dolor sí tiene remedio.